En los últimos años, las cámaras digitales, junto con la técnica del time-lapse, nos han permitido ver ciudades de muchas maneras distintas, sobre todo en cuanto al dinamismo y velocidad de su infinito movimiento. Además, la tecnología nos permite fotografiar con muy poca luz y aun así obtener imágenes claras sin ruido.
En este tutorial, le mostraremos las principales reglas para obtener los mejores time-lapses de ciudades.

Como en cualquier otra escena, lo primero es seleccionar el lugar adecuado para fotografiar. Es importante tener una buena perspectiva desde la que observar el movimiento de los vehículos y las personas.

Normalmente, la escena es más interesante cuando nuestra posición es elevada con respecto al suelo, ya que al alejarnos de nuestro objetivo la composición resulta más interesante, con una amplitud acentuada y movimientos más lentos. De lo contrario, los coches pasarían muy rápido. Además, de esta manera evitamos las luces de los vehículos en la cámara, que generan parpadeos inesperados.

Seleccionar correctamente la velocidad de obturación y la apertura es muy importante en time-lapses urbanos. Estos factores sirven para controlar la luz que llega al sensor y son responsables de la cantidad de movimiento borroso y la profundidad de campo, características fundamentales en estas escenas.
La velocidad de obturación es quizás la clave de los time-lapses. Si seleccionamos una muy rápida, congelaremos el movimiento y el time-lapse no será fluido.

Por lo tanto, recomendamos una velocidad de obturación de al menos 0,5 segundos o de entre 1 y 3 segundos dependiendo del movimiento de la escena. Para tomas nocturnas no tendremos problemas consiguiendo estas velocidades: con solo cerrar ligeramente la apertura conseguiremos 1 segundo. Sin embargo, durante el día es más complicado. Incluso cerrar el diafragma a f/11 no será suficiente para conseguir la velocidad de obturación adecuada, lo cual generará “estrellas” alrededor de las luces brillantes. Por eso, se debe utilizar un filtro de densidad neutral (ND). Los filtros más útiles son 0,9 y 1,2, equivalentes a 3 y 5 paradas.

Si ya tiene experiencia con esta técnica conocerá esta regla pero, si está empezando, deberá memorizarla cuanto antes: cuanta más velocidad tenga la escena, más corto debe ser el intervalo.
Por eso, cuando capturamos escenas en ciudades, seleccionamos el intervalo más corto posible. En las ciudades encontramos el movimiento más rápido de todos, el de los vehículos y las personas.
Lo ideal es escoger un intervalo de 1 segundo, para que el movimiento final de la ciudad sea lo más fluido y suave posible. Por desgracia, muchas de las cámaras actuales no son capaces de capturar imágenes de alta resolución con ese intervalo en continuo, ya que los búfers se llenan antes de que la cámara pueda escribir la tarjeta de memoria. Esto significa que debemos seleccionar el intervalo más corto posible que nos permita mantener un ritmo continuo. En el caso de la DxO ONE, se trata de una foto cada cuatro segundos con salida RAW en una tarjeta de tipo rápido 10 U3. (Siempre podemos fotografiar en formato .JPG si necesitamos un intervalo menor.)

Evaluar el resultado del time-lapse siempre es la mejor manera de aprender. Con DxO ONE y su generación inmediata de vídeo, la evaluación es más sencilla y cómoda que nunca.

Si ha seleccionado una velocidad de obturación larga como aconsejamos, obtendrá un vídeo con un movimiento adecuado. Si ha seleccionado una apertura pequeña, las imágenes serán nítidas con una buena profundidad de campo. Si el intervalo seleccionado es lo suficientemente breve, el movimiento será continuo y sin parpadeos. Si el resultado no es el deseado, aproveche el movimiento constante de la ciudad para intentarlo de nuevo utilizando intervalos cortos y capturar duraciones.